"No pidas una vida fácil. Pide ser una persona más fuerte."

jueves, 3 de abril de 2014

Primero de abril.

Podría escribir sobre lo mal que me voy a encontrar a partir de mañana. Podría escribir sobre mi estado de ánimo un día antes de la décima quimio. Podría también ponerme a escribir sobre el tiempo, las ansias de aire puro que tengo, o lo mucho que me gustaría sentarme al sol mirando al mar, con una buena capa de protección solar.
Podría ponerme a escribir una sarta de mentiras, diciéndoos que no estoy asustada, que esto está chupao, y que ¿qué son tres cuando ya llevas nueve?
Cuando llevas nueve... Te ofrecen media dosis de quimio mas y la cambias por una entretenida tarde de torturas medievales en los calabozos de Águila Roja.

Podría escribir sobre lo difícil que me resulta recuperarme de las sesiones, cada vez es más costoso. También podría escribir y describir a qué me sabe la boca. O cuantas yagas me salen en la lengua. O quizás podría escribir sobre unas hematólogas inútiles, ajenas a mi y a mi caso, pero no lo haré, por que me hierbe la sangre al hablar de ellas.
Podría escribir un ensayo de 237 palabras sobre lo difícil que es encontrar un médico con en que entenderse al 100%.
Podría también escribir sobre el fútbol y la sanción al Barcelona. O de cotilleos y el debate de Supervivientes. O de que Fernando Mesía ha vuelto en el Secreto de Puenteviejo.
Podría hablar de muchas de estas cosas. Pero no voy a hacer. Hoy quiero hablaros de Ella.

El 1 de abril de 1917 nacía Antonia García Nombela. Se casó con Domingo Melero y tuvieron cuatro hijas preciosas y un hijo varón.
El pasado lunes, Antonia hubiera cumplido 96 años. Y digo hubiera porque el cáncer se la llevó el agosto del año 2009, hace cinco años.

Lo que yo sentía (y siento) por Antonia era un amor incondicional, una gran admiración, y sobre todo muchísimo cariño. Me encantaba abrazarla, achucharla, besuquearla, escucharla hablar de política, y cuando cogía manía a alguien no había quien la hiciera cambiar de opinión. Lo mismo que me pasa a mi. Cuando me veía salir de casa un viernes y me decía: "Tu madre tuvo que ser confitera, porque nadie tiene tan dulce la delantera." Y nos reíamos.
Y cuando andaba tan despacito y perdía un poco el equilibrio, y la decíamos de broma: "ABUELAA! EL CHINCHÓN!" y cuánto se reía.
Cuando se quitaba la dentadura por las noches y yo la obligaba a hacer gestos graciosos. Y como nos reíamos.
Cuando llevamos a mi gata a casa, tan cachorrita, y jugaba con ella con su bastón, y la cogía de la cabecilla para darla mil besos. 
Antonia era y es mi abuela Antoñita. Mi más bonito recuerdo. Quien me cuida desde arriba.


Nunca, jamás te olvidaré.

12 comentarios:

  1. ay mi abuelita que guapa en la foto de las rosas, yo me acuerdo un monton de ella también :(

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  2. Ay se me han saltado las lagrimas :( yo también echo de menos a la mia. Uff mi abuela, cuan importante era para mi!! Atesora todos estos recuerdos y ten fe en que ella desde algún lugar te cuida. Por cierto que era muy guapa, sale monisima en esa foto!! Casi igual de guapa que su nieta.
    Besitos preciosa y animo mañana!!!

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  3. Jejeje eres maravillosa, me has echo reír imaginando a tu abuelilla, siempre e pensado q los abuelos deberían de ser eternos....bueno en realidad lo son pues están en nuestros corazones y ella a tu lado.
    Ánimo cariño vamos a x otra!!

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  4. Sin duda alguna la entrada mas tierna, preciosa y emocionante. con un nudo en la garganta te digo que para mi se lleva la palma y mira que me gustan tus entradas, pero esta es especial..
    Ten claro que te cuida, te da fuerza y estará super orgullosa de ti y de como estas luchando.
    Mucha suerte para mañana y espero que no pases muy malos días Mer ya no queda nada.
    Mucho animo, mas que nunca chiquitina. te quiero

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  5. Ay, mi abuela Antonia... Qué gran verdad el que una vez dijo que no pierdes a alguien el día que se va, sino un poquito cada día el resto de tu vida. Porque cuanto más pasa el tiempo, más la echo de menos, al igual que a la tía Charo, que en noviembre hizo diez años que nos dejó.

    El vacío que nos han dejado no hay nada que lo pueda llenar. Sólo el recuerdo, y el pensar que de alguna forma las tenemos aquí, a nuestro lado, aunque no las veamos, sirven de consuelo. Nunca las vamos a olvidar, porque a quien quieres y te quiere, si era cariño de verdad, y en este caso lo era, no se le olvida jamás.

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  6. Cuanto hubiera sufrido la abuelita si te hubiese visto atacada por ese bichito; algunas veces lo hablamos tu madre y yo y pensamos las lágrimas que ella hubiera derramado viendote los dias posteriores a esa quimio que te deja tan pachuchilla... Ten por cuenta que ella te cuida y te manda estrellitas de curación desde donde esté... Cuanto la echamos de menos...Que impresión me ha hecho esa foto, esa misma foto que yo tengo aquí al lado y que me hace recordarla todos los días... Dejemos que te cuide, que nos cuide desde esa advocación de su cumple, ese 1 de Abril Dios me dió la mejor madre del mundo y pudo conocer a todos sus nietos de los que siempre se ha sentido tan orgullosa... Meri, me siento muy orgullosa de ti, de ese recuerdo que has tenido por la weli, yo la pido que te mande mucha fuerza (ella era muy fuerte y muy sufrida) y que esa fuerza te permita salir de todo esto curadisima isima isima, por que es lo que queremos todos y lo que querría ella..

    Fuerzas más que nunca y a por lo que queda que ya es poco!!

    Un beso mi vida..

    Tía Chon
    ..

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  7. Un besazo enorme para ti, y otro para tu abuelita, allá donde esté (seguro que muy orgullosa de su nieta). Mucho ánimo que eres una campeona, y muchas gracias por tus consejos que me ayudan un montón.

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  8. Mira que era maja tu abuela! Yo la conocí muy poquito, tan cariñosa, tan dulce y al mismo tiempo tanta personalidad. Qué suerte haberme rozado al menos unos instantes con ella. Desde luego, ahora sabemos que lo más importante en el mundo es el Amor, y tu abuela lo sabía.

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  9. Hola mery, soy Sandra, vamos a por la decimaaaaaaaaaaaaaaaaaaa......pq al enemigo ni agua. No puedo, aunque quisiera, decirte q hoy será diferente y q no sentirás nada per si te puedo decir y de eso estoy segura q es un batalla mas q vas a ganar, con mucho esfuerzo, lo se. Recuerdo q en un momento de mi curación ( pq no te olvides q te estas curando), dije q ya no podía mas, q mi lucha se acababa y q q fuese lo q dios quisiera....en ese momento vi a mi marido llorar por primera vez y solo me dijo...te vas a rendir ahora? Es q ya no quieres pasar el resto de tu vida cuidandome? (me quedaban 3 ciclos q despues se convirtieron en 4 ciclos de dos sesiones cada uno(algún dia te explicare mis quimiossssssssss, había una sesión cada dos semanas q era de 12 horas))..... Y bueno decidí no rendirme y aquí estoy cuidando de mi marido pq ahora ya puedo ser yo la q mima.
    Y con respecto a tu abuelita yo también tengo una q me cuida y a la q le pedía fuerza..........animo princesaaaaaaaaaaaaaa q todo esta terminando, te lo prometo.

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  10. Y q puedo decir yo..si me dejas sin palabras simpre q te leo. Mi mami siempre se acuerda cada 1 de abril de la tia Antonia. Venga Meri otra mas cariño ya queda menos

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  11. Para mi era la señora Antonia, y seguro que te manda fuerzas como todos nosotros

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  12. Echo tanto, pero tanto de menos a mis abuelos que me duele. Sólo puedo pensar lo afortunada que fui de disfrutarlos durante largos años y de que al menos dos de ellos conocieran a mis tres duendes.
    Hoy te digo hasta mañana como mi Torina lo diría: "adiós solete" . Efectivamente, mejor hablar de ellos. Besos

    Lou

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